17 mayo 2011

Contigo las verduras saben bien. La lluvia deja de ser una molestia pesada en mis ojos, y se convierten en la luz que en tus labios provocan mis ganas de beber de ti. Contigo septiembre deja de ser el mes en que empiezan las clases, los exámenes, las fotocopias. Septiembre junto a ti, es el mes, en que el sol se va antes a dormir para dejarnos solo a ti y a mí, el suelo tiene una fragancia del polvo seco de agosto. La calle se plaga de gente, y todo vuelve a comenzar. Contigo un problema es tan solo, no saber que película veremos esta noche tumbados en el sofá, pero si te vas…
Si te vas el solomillo a la pimienta no estará en su punto, el sol secara unos labios que no hallarán fuente que los sacie. Sin ti, diciembre duerme a oscuras en la ciudad, y los pobres parecen más pobres. Sin ti, el mejor día, es el día que menos he pensado en ti.
Daría la libertad que ahora poseo, por la condena de volver a atar mis dedos a los tuyos. Para no ir a ninguna parte, para simplemente verte bostezar… para que lo que peor que me pueda pasar sea que has estado estudiando y no hemos podido quedar. Para que al pasar mis dedos por tu cuello, sienta el verdadero sentido de la vida.

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